Tuesday, February 10, 2015

Tres Palabras Para Encabronarme

No son "Te ves gorda", para eso hay espejos. Son: "No te enojes." Si quieren verme ensatanada, no hay forma más fácil.
Durante nuestra infancia y mucho del resto de nuestras vidas, se nos pide que estemos felices. Contentos. Todo. El. Tiempo. Eso no sólo es imposible, sino que no es sano. Sentir sentimientos es natural (por lo menos eso me han contado) y no todos son positivos. El hábito de identificar el estado emocional que se tiene y poder ponerle un nombre es uno de los pilares de la inteligencia emocional. Y es ésta, no el cociente intelectual, lo que determina de mejor forma nuestro éxito en la vida.
Ahora, una cosa es estar encachimbado y otra cosa es que se le salga a uno el chamuco. Yo muy en mi derecho de enojarme podré estar, pero jamás hay excusa para rematar contra un tercero. El mejor mandamiento en una negociación es: "El que se enoja, pierde." Podría estar mejor redactado: "El que demuestra que se enoja, pierde", pero eso es muy largo.
A mis hijos trato que expresen sus frustraciones, si están tristes, decepcionados, enojados, etc. Les acepto que me digan si esas emociones van dirigidas hacia mí. Lo que no es permitido es que actúen sobre eso: está bien que te enojes, pero no que me tires todo en el cuarto.
Es una señal de respeto dejar que alguien se enoje y no pretender negarle el sentimiento. Si recibimos de mil amores las felicidades, aguantémonos compartir los ratos colorados. Y si me miran echando chispas por allí, por favor, por el bien de nuestra cordial convivencia, no me pidan que no me enoje.

No comments:

Post a Comment