Monday, February 9, 2015

Todavía Soy Hechicera, Pero No Adivina

Me queda un año de matrimonio para convertirme en bruja (jeje). Lo de adivina, mi marido diría que sí le leo la mente y mis hijos están convencidos que lo hago. En realidad, aunque muchas veces tengo una buena idea de lo que están pensando, prefiero preguntar directamente. Nada cae peor que alguien pretenda saber lo que uno quiere, piensa, espera, sin tomarse la molestia de averiguarlo primero.
Por eso yo sí aconsejo la extraña costumbre de poner en forma clara y expresa las expectativas de las partes en cualquier relación. Eso de "a ver qué sale", es poner en el Waze como destino "Fracaso" y tomar la ruta más directa. Además, que es un ejercicio que hay que realizar frecuentemente, porque las relaciones, como los seres humanos que las llevamos, no son estáticas. La fluidez obliga a cambiar los roles. Recién casados, yo trabajaba y pagaba las cuentas de la casa de mis papás enfermos, viajaba, me levantaba tarde los fines de semana... Ahora tengo dos jefecitos de tiempo completo, sin vacaciones ni remuneración en efectivo y mis tiempos libres son contados en los minutos que cierro la puerta del baño con llave. Así es la vida. Pero yo sé cuáles son las expectativas (de nuevo esa palabra clave) que tenemos en nuestra familia y aquí saben también qué espero de todos. Así se trabaja más fácil.
Esto aplica para todos. Desde dos personas que están empezando a conocerse, un trabajo, amistades de años, relaciones casuales, hasta lecturas del tl. No importa si lo que se quiere es simplemente una enmotelada rápida y no volver a ver al fulano, mientras se tenga claro.
Un genio de quien aprendí cómo escribir dice: "El riesgo del insulto es el precio de la claridad". Prefiero sentirme insultada, pero saber bien sobre qué estoy parada.
Para mientras, seguiré disfrutando de mi estatus de "hechicera" y escuchando los pensamientos de mi marido furtivamente.

No comments:

Post a Comment