Monday, March 9, 2015

El Precio de la Belleza

Ese día no me desperté imaginando que me fuera a tener que empelotar tres veces ante extraños, dos de los cuales me manosearon. Según yo, la cita donde el doctor se iba a desarrollar como una plática entre gente civilizada: "¿Qué tenés?" Yo: "Me duele la cintura desde hace dos meses, pero ahora sí ya no la aguanto." Él: "¿Has estado estresada?" Yo: "Sí." Él: "Está bien. Tómate/Inyéctate/Inhala esto y vas a estar mejor."
Ah, pero no. Allí estaba yo, más destapada de lo que me siento cómoda, caminando de un lado al otro de la clínica, porque tenía que ver qué onda con mi espalda. Y después, la radiografía, donde no pueden ponerle a uno una mujer que lo acomode, me tocó un patojo. Y por último el utrasonido, menos mal esta vez sí una doctora. ¿Todo para qué? Para que, al final de cuentas, resulte que tengo una curvatura especial al final de mi columna, que hace que en momentos de tensión presione ciertos discos. ¿Tratamiento? Ejercicio.
Alagranmellevantodaslasmadresdelosdiputadosypolíticosdelpaís. Y me acarrean de regreso.
"El precio de la belleza" me dijo el doctor. Resulta que esa curvatura hace que las caderas se vean mejor, pero chingan la existencia. Ni modo, no es algo voluntario, pero sí es algo con lo que hay que lidiar.
Así pasa uno por la vida, pagando el precio de lo que tiene. Y de lo que no tiene también. Porque a veces son por cosas involuntarias: que si uno es alto, que si uno es bajo, que si tiene el pelo rubio, negro, café, verde... Otras, es por la pura gana de meternos a lo que queremos: si escogemos una carrera, nos aguantamos las clases que no nos gustan. Si queremos estar delgados, nos tragamos el no poder tragarnos el pedazo de pastel.  Lo que uno paga por estar con una persona, es renunciar a la posibilidad de estar con otras.
Y, aunque no se puede escoger todo en esta vida, sí se puede tomar una decisión de qué vale más. Bien podría acostarme a lamentar mi destino y volverme una inútil, porque en serio me duele. Pero quiero cargar nietos y jugar con ellos. Po eso los dejo, porque, encima del Insanity, el karate y el yoga, tengo que ver qué más hago.

No comments:

Post a Comment